Por historia y tradición, la gran mayoría de los modelos matemáticos que se han elaborado para tratar de entender o predecir fenómenos de la Naturaleza se basan en las ecuaciones diferenciales. Ya sean estas ordinarias o diferenciales, el impresionante desarrollo de la teoría de las ecuaciones diferenciales y de las técnicas numéricas para resolverlas han hecho que ocupen un lugar privilegiado en la caja de herramientas del modelador matemático.

Sin embargo, los modelos en ecuaciones diferenciales, con frecuencia se basan en hipótesis difíciles de aceptar cuando se coteja el modelo con la realidad. Entre ellas, quizá la más importante es la naturaleza eminentemente discreta de los objetos que constituyen el sistema a modelar.

En esta presentación se hace un recuento de los intentos de modelar sistemas discretos y las dificultades que tuvieron en su inicio debido al enorme requerimiento de recursos computacionales. Sin embargo, con el avance de la tecnología, los modelos matemáticos directos en sistemas discretos parecen tomar un segundo aire.